jueves, 4 de febrero de 2010

viajar en tu bolsillo, deslizarme por entre tus curvas,
dar marcha atrás y empezar a sorber la miel de tu piel.
Perderme en tu pelo.
Romper a llorar por volver a verte reir. Ser tu esclavo y rebelarme.
Dar contra tu pecho en un vano intento de huir de tus manos.
Qué manos. Me dejaría estrangular por ellas.

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